A finales de marzo, en plena semana santa, se estrenó la última película de Steven Spielberg. Después de varios dramas y películas históricas, el director vuelve al género de aventuras, que no tocaba desde el 2011 con la película de animación por ordenador Las aventuras de Tintin (que no he llegado a ver hasta ahora). El director de películas como Indiana Jones o Jurassic Park mezcla esta vez las aventuras con la ciencia ficción en un mundo futuro, en 2045, en el que la realidad virtual está a la orden del día. Un videojuego llamado OASIS es el entretenimiento favorito de la mayor parte de la población, con el objetivo final de conseguir descubrir los easter eggs que su creador, el ya difunto James Halliday, ha dejado por el juego. Quien consiga primero esos premios ganará la fortuna y la empresa del creador del videojuego, y es ahí donde el protagonista Wade interviene, aunque tendrá que enfrentarse a otros jugadores, enemigos corporativos y competidores que no dudaran en conseguir el premio sea como sea. La película es bastante entretenida, con referencias a la cultura pop en muchas ocasiones, y lo más importante, que no aburre en ningún momento. Es divertida, tiene acción y la historia es más o menos coherente. Protagonizada por los jóvenes Tye Sheridan y Olivia Cooke, también encontramos entre otros a Ben Mendelsohn, T.J. Miller o Simon Pegg. Os la recomiendo para pasar un buen rato.
martes, 24 de abril de 2018
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