Hace unos días fui al cine de verano a ver una película que a priori no parecía nada del otro mundo, y aunque quería verla no había surgido la ocasión, así que aproveche una noche de verano madrileña, bastante fresquita por cierto, para verla. Y he de decir que me sorprendió gratamente. Tanto a mi como con la gente que fui, ya que no esperábamos gran cosa, y nos encontramos ante una película de superhéroes muy entretenida bastante diferente a lo que estamos acostumbrados, con acción y aventuras como no podía ser de otra manera, pero también con mucho humor.
La película nos cuenta la historia de Scott, un ingeniero informático que acaba de salir de la cárcel por cometer robos menores, y que intenta rehacer su vida para poder demostrar a su hija que es buena persona. Por otro lado tenemos a Hank, un científico que descubrió hace tiempo una formula para encoger a la gente al tamaño de hormigas (de ahí el nombre de la película) y usarlo como arma diminuta en la guerra. En malas manos esto podría ser el fin, y por ello intenta evitarlo a toda costa con la ayuda de su hija, envolviendo a Scott en todo el meollo sin quererlo ni beberlo. Esta protagonizada por Paul Rudd (entre otras: Las ventajas de ser un marginado, Lío embarazoso, Sácame del paraíso... o Mike, el novio de Phoebe en las ultimas temporadas de Friends), Evangeline Lilly (Perdidos), Michael Peña (Corazones de acero, La gran estafa americana o Gangster Squad), Michael Douglas y Corey Stoll.
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