miércoles, 16 de marzo de 2011

¿Que apostamos?

Ramón García y Ana Obregón fueron la gran pareja de éxito profesional de los 90. Juntos presentaron el concurso por excelencia de los viernes por la noche, ‘¿Qué apostamos?’, un formato que cada noche reunía a niños y adultos frente al televisor para ver las pruebas más arriesgadas y, por qué no decirlo, a Ana Obregón empapada bajo la ducha al final del programa.

En 1993, TVE decidió adaptar este formato, que ya se emitía con éxito con Alemania e Italia. Concurso que, por sus características, requería la coordinación de un enorme equipo técnico humano. Se emitía en directo y casi siempre incluía rodaje en exteriores, lo que dotaba de mayor espectacularidad a un concurso que marcó la infancia y juventud de toda una generación.

Cada programa se componía de cuatro retos que cuatro personas intentaban superar. Pero antes de llevar a cabo la prueba, un grupo de famosos tendría que apostar una cierta cantidad de dinero a favor o en contra del reto, en función de si pensaban que iban a conseguirlo o no. TVE seguía así la tendencia de la mayoría de programas de los 90, en los que era imposible no encontrar un famoso como invitado. Por ‘¿Qué apostamos?’, además de caras nacionales, desfilaron múltiples famosos internacionales como Sofía Loren, Cher o Jean Claude Van Damme, así como la “creme de la creme” de nuestro famoseo más español, con Elsa Pataky, Ángeles Martín, Chiquito de la Calzada, Eugenia Santana, Ivonne Reyes, Jesulín de Ubrique…

Desde su creación en 1993 hasta el año 1998, Ramón García y Ana Obregón se mantuvieron al frente del programa, coincidiendo también con los años de oro del concurso. En la temporada 1998-1999, TVE tiró de morbo y contrató a Antonia Dell’Atte para sustituir a la Obregón. La última edición del concurso se produjo en el año 2000. En el año 2008, la Forta recuperaro el formato para emitirlo en varias comunidades autónomas. Rocío Madrid y Carlos Lozano fueron los encargados de presentarlo, pero una discreta acogida por parte de la audiencia y los elevados gastos de producción hicieron que desapareciera por completo poco después.

Ademas, nunca un elemento creó tanta expectación como la ducha final de ‘¿Qué apostamos?’. Al comienzo de cada programa los presentadores planteaban un reto a la audiencia, que implicaba dejar todo lo que estuvieras haciendo en ese momento e irte corriendo rápidamente para el plató del programa. Las pruebas podían ser tan dispares como conseguir reunir a 100 mujeres llamadas Cristina o convocar 200 personas disfrazadas de vampiro en el plató.

Al final de la noche se hacía el recuento, y si se conseguía el reto, el apostante se salvaba de la ducha. Pero si no se conseguía, como frecuentemente pasaba, alguien debía pringar y meterse en la ducha incluso con la ropa puesta. La verdadera comidilla de todo esto era ver a la Obregón poniendo excusas a La Comisión (la voz en off que era la que partía la pana) para librarse del remojón, y con suerte se la podía ver empapando su bonito peinado y su vestido largo frente a millones de espectadores. Realmente aquello era más una pachanga entre amigos que una prueba propiamente dicha. Tanto si se conseguía el reto como si no, siempre había alguien que acababa metido en la ducha, ya fuese Ramón García, Ana Obregón o cualquiera de los invitados que hubiera esa noche en el programa. No es que esta parte del programa tuviera mucho sentido, pero al menos se iba uno a la cama con una sonrisa de oreja a oreja.

Fuente: Vaya Tele.


No hay comentarios: