El programa revelación de la temporada ha sido nada más y nada menos que Un príncipe para Corina. (Alaaaa, este es de esos atontados que ve programas malos que no sirven para nada, así va el pais, bla bla bla...). Para todos aquellos que no hayáis visto el programa, no opinéis sin conocerlo. Yo también era de esos que pensaba que ese tipo de programas no aportaban nada (¿Quien quiere casarse con mi hijo? por ejemplo), y no entendía a la gente que los veía. Pero rápidamente cambio mi opinión al ver el primer programa de Un príncipe para Corina. Seamos sinceros. Lo pueden llamar como quieran (telereality, docu-reality, etc), pero esto ha sido una serie guionizada en toda regla (al menos en su mayor parte del tiempo), y ha sido de lo más divertido del año, más incluso que algunas series cómicas que veo. Viéndolo desde ese punto de vista, el de una serie cómica, todo tiene sentido.
Corina, la supuesta prota - gonista del programa que buscaba el amor entre 24 aspirantes a príncipe (de ahí el nombre), era la excusa perfecta para centrarse en lo que importaba, los aspirantes. Cada uno más chalao que el anterior, pero muy graciosos todos ellos. Divididos en cuatro grupos (Guapos, únicos, nerds y simpáticos), estaba claro desde un primer momento que la protagonista escogería a uno de los guapos (no digo cual por si alguien aun no lo sabe... really?). Con la ayuda de su hermana Nahir, y su mejor amigo, Javier, Corina debía encontrar al príncipe de sus sueños. Aspirantes como Juan Luis (el chino vasco), el gallego, Brian de la Vega (y su amor platónico, Alyson, que para nada era una actriz...) o Alvarito Colina, han destacado por sus boquitas, pero los demás no se han quedado atrás Brujan (o Luján) Argüelles era la presentadora/bruja del cuento, y aunque se echó en falta más protagonismo para ella, estuvo más que correcta y muy divertida.
Mención aparte para los encargados de edición y montaje del programa, con sonidos y repeticiones de lo más divertidas. Y si, aunque todo el mundo amaba al Capitán América, no fue el ganador. Una pena, con lo majo que era. Y colorin colorado, este cuento aun no se ha acabado (como decía Luján al final de cada programa), ya que el programa ha tenido tanto éxito que habrá una segunda temporada. Bieeeeeeeen. Para finalizar este pseudo-análisis, os posteo la canción con la que siempre terminaba el programa, "Yo tengo fe", de Palito Oretga.
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