Hace ya varios años os traje un par de entradas con películas que había visto durante el verano, más concretamente en el mes de julio. Un mes más relajado y con más tiempo para disfrutar de series y películas y ponerme al día con ellas, o al menos antes. Estos últimos años, entre trabajos, viajes y demás, no ha sido tan así, pero estas últimas semanas, a pesar de no haber tenido tanto tiempo y de no poder haberme puesto al día con todo lo que quería, si que he visto varias películas en el cine, de las que os voy a hablar brevemente.
Comenzamos, como no podía ser de otra manera, con Toy Story 4. Esta película de animación me ha acompañado durante toda mi vida, y fueron una de mis películas favoritas de mi infancia (y lo continúan siendo). La primera entrega salió cuando era un enano (tan solo 5 años) y la secuela no tardó demasiado, ya que la disfrute con 9 añitos. Para la tercera parte ya estaba más crecidito, yendo a la universidad con 20 años, y 9 años más tarde, ya en pleno mundo laboral se ha estrenado esta cuarta parte. A priori, la tercera cerraba la historia, así que era un poco reacio de primeras a que continuaran con la saga. Y aunque es una película muy entretenida y muy disfrutable, si que es la peor de las 4 sin duda: a la historia le cuesta arrancar, aunque a partir de la mitad la película mejora muchísimo; la premisa es bastante rebuscada en mi opinión; los personajes clásicos, a excepción del vaquero Woody, son meros secundarios que apenas aparecen. Tiene atisbos de las primeras entregas pero se queda un poco en un quiero y no puedo. Esto no quiere decir que no haya puntos positivos, lo que pasa es las expectativas estaban muy altas. El humor y las bromas y la mayoría de los nuevos personajes encajan a la perfección, así que sigue siendo una muy buena película, pero sin llegar al nivel de las anteriores.
Seguimos con ¡Shazam! (no confundir con la app para descubrir canciones -chiste malo, lo sé-), que fui a ver al cine de verano sin muchas expectativas y salí encantando. Esta película del universo DC es fresca, divertida, original, y diferente (o al menos eso creo) a las últimas películas de superhéroes (que la mayoría no he visto, de ahí mi duda anterior). Más en la linea de Ant-Man, Shazam comienza un poco errática, con una presentación algo caótica de sus personajes, pero que pronto se centra y nos adentra en una historia de aventuras con un cierto trasfondo sentimental. Está protagonizada por Zachary Levi, Asher Angel, Jack Dylan Grazer y Mark Strong (saga Kingsman), pero destacando también la presencia de Marta Milans, actriz española que había visto en la serie de Movistar+, "El embarcadero", pero que no caí hasta que al volver a casa lo busqué en internet.
Yesterday es la última película de Danny Boyle, el director de películas tan dispares como Trainspotting, 28 días después, Sunshine, Slumdog Millonaire o Steve Jobs. Protagonizada por Himesh Patel y Lily James (Baby driver o Mamma Mia: una y otra vez), la película nos cuenta como Jack, un músico apunto de renunciar a su sueño, es la única persona del mundo que recuerda a Los Beatles después de un apagón global. Aprovechará esto para reescribir sus canciones y el éxito no tardara en llegarle, después de que el mismísimo Ed Sheeran se fije en el para ser telonero de su gira. La película no esta mal, es entretenida, pero no es como me la imaginaba. Muchas cosas ocurren de manera atropellada, faltan muchísimos clásicos del grupo (no se si por derechos o que), y tiene algunas situaciones un poco absurdas y/o embarazosas. No está mal, pero se podría haber aprovechado la premisa mucho mejor.
Por último, aunque no por ello menos importante, nos toca hablar de X-Men: Fénix oscura, la última entrega de una de mis otras sagas favoritas de mi infancia. Aunque han tenido altibajos, en general me han gustado casi todas las películas de este universo (aunque no he visto ninguna de las dos entregas de Deadpool). Tenia ganas de ver como cerraban la franquicia, a pesar de que las criticas no eran muy favorables, y de que esta película cuenta la misma historia que otra de las películas de la saga, X-Men 3: la decisión final. Es decir, la protagonista es Jean Grey o Fénix, que en esta ocasión está interpretada por Sophie Turner (Sansa en Juego de Tronos). La película no está mal, se deja ver, es entretenida y la acción y los efectos especiales son, como siempre, buenos. El problema es que la historia ya se había contado, es previsible y se nota por todas partes que querían darle un final, y todo queda demasiado encorsetado sin ninguna novedad o algo destacable. Es como si tuvieron el piloto automático puesto, y todos estuvieran deseando terminar y quitárselo de encima.
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