El pasado febrero, ante el anuncio de que Netflix subía los precios y de que no iba a dejar compartir cuentas me pegué un mini atracón de series francesas que tenia pendientes en la recámara antes de perder la cuenta. Siendo sinceros, de las tres series que vi, dos fueron bastante regulares, incluso tirando a maluchas ("Mytho" y "Notre Dame"), pero por fortuna la última de ellas fue toda una sorpresa. Se trata de la miniserie "Las 7 vidas de Léa", que nos cuenta como su protagonista, Léa, tras encontrar un cadáver de un adolescente desaparecido hace 30 años junto al rio en una garganta cerca de donde vive, empieza a experimentar la vida de diferentes personas en los años 90 cuando se va a dormir.
En los 7 capítulos que dura la serie, en la que en cada uno de ellos será una persona diferente, ira indagando sobre que le pasó a Ismael, el chico asesinado. Aunque la serie pueda parecer más de misterio por la trama, combina bastante bien el drama juvenil, con ligeros toques de comedia, aunque sin dejar de lado la intriga. Me gustó el desarrollo de la trama y los giros de guion que se iban sucediendo. Unos personajes bastante conseguidos, sobre todo los de los años noventa, que vamos conociendo con el paso de los episodios. Además, el final también me gustó bastante por huir de lo típico de este tipo de producciones, y darle una vuelta de tuerca al genero de los viajes en el tiempo.
Esta protagonizada por la joven Raïka Hazanavicius, que me parece que hace un buen papel, pero el resto de actores (Khalil Ben Gharbia, Marguerite Thiam Donnadieu, Maïra Schmitt, Théo Fernandez, Rebecca Williams o Alexander Ferrario, entre otros), no se quedan atras. Al estar basada en una novela, "Las 7 vidas de Léo Belami", escrito por Nataël Trapp, es difícil que tenga continuación, ya que además el final es bastante cerrado, aunque me dejó tan buen sabor de boca, que no me importaría. Si os ha convencido este argumentario, la tenéis, como ya he dicho, en Netflix.
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