martes, 31 de octubre de 2023

Dynasty


Hoy os vengo a hablar de una serie que posiblemente no sea la mejor del mundo. Es más, es mamarracha como si sola, pero es lo que tienen las pseudo telenovelas estadounidenses. Se trata de la reciente adaptación de Dinastía, la famosa serie de los años 80 que vieron mis padres, y que el canal norteamericano The CW adapto desde 2017 hasta 2022 con cinco temporadas bajo el nombre de Dynasty, sin traducción. 

Se trata de un drama, aunque con bastantes toques de comedia, que nos cuenta las andanzas de la familia Carrington, una poderosa y adinerada familia de Atlanta. La verdad que el guion no se anda con chiquitas, y funde cartuchos de trama como si no hubiera mañana, sin dar respiro al espectador con continuos y a veces muy locos giros de guion. Una vez abrazas su naturaleza mamarracha no puedes escapar de ella. 

Es cierto que varios de los interpretes están escogidos por su belleza y no precisamente por sus dotes de actuación, pero hay otros que si destacan sobre el resto. Esto ocurre sobre todo con la protagonista de todo el tinglado, Elizabeth Gillies, que hace querer a un personaje que en manos de otra actriz probablemente seria muy odiado. Además, la chica canta de maravilla, como así lo demuestra en innumerables ocasiones siempre que puede. Grant Show, el patriarca de la familia también participo en una serie de corte adolescente en los años 90; Alan Dale, el mayordomo, es el mismísimo Charles Widmore de Perdidos; o a Sam Underwood también le conocía de otra serie titulada "The following". 

Otros actores destacados son Nathalie Kelley, Rafael de la Fuente o Adam Huber, pero hay mas actores y actrices principales así como numerosos secundarios, y es como bien he dicho, las tramas no paran de sucederse y muchas veces necesitan del apoyo de más personajes. Es curioso la mala suerte que tuvo la serie al principio en cuanto al cast de cierto personaje importante, que tuvo un cambio de persona no una, sino hasta dos veces. Pero para mas inri, hay otro personaje que también tiene un cambio de actor o actriz inesperado. La serie es entretenida si sabes a lo que vas, con cliffhangers continuos, y situaciones (muchas veces rozando el absurdo) que no paran de sucederse, pero me parecía un entretenimiento para desconectar perfecto.

De las pocas series actuales que veía con más de 20 capítulos por temporada y no se me hacían pesados (aunque alguno que otro si fuera de relleno). Tras la quinta temporada decidieron terminar la serie, y es una pena, porque la original contó con 9, así que aun tenían más tramas que contar, pero al menos el final fue cerrado y demasiado happy para mi gusto. Podéis verla en Netflix por ahora. Os dejo con un tráiler de la primera temporada. 

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